"Bienvenido Abril que abre la llave del Toril"
A partir de este instante usted y yo comenzaremos a detallar lugares, experiencias y emociones que se nos contagian de perseguir al toro momentos que vivimos en cada encierro y quedaron como huellas
imborrables en nuestra mente durante los encierros de temporadas pasadas y los que están por venir.
Los encierros podrían definirse como la entrada de los toros bravos en medio de talanqueras por las calles de un pueblo hacia la plaza de toros, con recorridos que van desde los 600 metros hasta un kilómetro, soltándole de uno en uno, dos en dos o en manada acompañados de cabestros (toros dóciles castrados), por el campo o por la ciudad, o bien sea por ambos, el primero generalmente viene acompañado de jinetes a caballos. Ya como apreciamos a medida que pasa el tiempo dejaron de ser una necesidad de traslado para convertirse en un espectáculo taurino con muchos corredores aficionados.
La espontaneidad con la que surgieron los encierros es la viva manifestación de iniciativa popular de un colectivo, sin paradigmas nobiliarios como requisitos, sin embargo es primordial tener una aptitud, una destreza y un sentimiento para poder incorporarse y retirarse en la carrera con éxito; Coraje, Agilidad y Vehemencia. Con el pasar de las décadas el encierro ha vivido transformaciones debido a la evolución de las ciudades y sus habitantes, úrbanisticamente la planificación de los espacios es cada vez más moderna y los corredores ya no llevan blusones ni alpargatas, no obstante han permanecido perennes e inmarcesibles.
Los registros más antiguos nos trasladan a Cuellar, en Castilla y León, por allá en el año 1215, cuando un obispo le prohibía rotundamente a los clérigos jugar a los dardos y con toros, de ahí que se declaró de Interés Turístico Nacional, aunque otras localidades como Portillo en Valladolid, Ciudad Rodrigo en Salamanca, Brihuega en Guadalajara, han presentado documentos con la intención del apoderamiento de este título, sin conseguir derrocar a la ciudad Segoviana.
Los registros más antiguos nos trasladan a Cuellar, en Castilla y León, por allá en el año 1215, cuando un obispo le prohibía rotundamente a los clérigos jugar a los dardos y con toros, de ahí que se declaró de Interés Turístico Nacional, aunque otras localidades como Portillo en Valladolid, Ciudad Rodrigo en Salamanca, Brihuega en Guadalajara, han presentado documentos con la intención del apoderamiento de este título, sin conseguir derrocar a la ciudad Segoviana.
Me gusta el blog, tiene un diseño muy cuidado, el título esta muy bien pensado. Personalmente hubiese preferido el A TORO RIESGO.
ResponderEliminarComo primera publicación la veo bien, introduciendonos en los encierros, que son, un poco de historia y un pequeño reconociemiento al corredor, parte fundamental y anónima de todos y cada uno de ellos.
Sigue así, yo personalmente ya he puesto la página en favoritos para ir siguiendo tus publicaciones.
Pueden seguirnos a través de Facebook ya tenemos página, Gracias.-
EliminarÁnimo, que tiene pinta de poder ser un punto de encuentro de los aficionados y amigos.
ResponderEliminarUn saludo.
josechuuu
Muchas Gracias Josechuuu, Saludos.-
EliminarMucha suerte, espero que tenga mucho éxito.... ¡y a llenarlo de imagenes!
ResponderEliminarJavier L
Gracias Javier, por tus buenos deseos.-
ResponderEliminarMuy buena pinta este sitio, espero poder seguirlo con frecuencia.
ResponderEliminarAunque queda mucho, vais a ir a los San Fermines???.
Queremos foticos.
Suerteeee