ENCIERRO TORREJÓN DE ARDOZ 16/6/13
Segundo día de encierros en
Torrejón. A las 9:30 sonaba el cohete. Se corrieron cuatro toros de la
ganadería madrileña de Ángel Luis Peña de procedencia Jandilla. Estos toros
suelen ser “avispas” es decir, muy rápidos y con mucho cambio de dirección.
Bastante más gente que el sábado,
con corredores llegados de diferentes puntos de la Península.
Se corrieron únicamente cuatro
toros porque la corrida era mixta y los dos novillos no salieron a las calles.
El encierro fue muy rápido, la
curva de la Calle Minotauro fue como de costumbre, luego se distanciaron más
los toros, buscando y hacínenlo hilo, casi llegando a rematar en las
talanqueras, a media recta venían dos por delante muy rápidos y por el lado
derecho, luego mansos con un colorado y por la izquierda sacando mucho la cara
otro. Al llegar a la puerta del final de la calle uno de los toros arroya y
acuna a un corredor sudamericano, levantándose este conmocionado, poco más
adelante y casi al mismo tiempo el primero de los toros embiste a un chico con
camisa de cuadros levantándole dos metros por encima y cayendo de cabeza. Las
dos son personas anónimas, que sepamos no son conocidos en los festejos
populares, los dos van corriendo sin saber ni donde están, y por desgracia en
las dos la cogida se ve venir. Gracias a Dios quedó en el susto, pero si
hubiese pasado algo ya estaríamos en todos los telediarios, por culpa de un
incidente aislado con gente que no sabe. Desde los ayuntamientos, comisiones de
fiestas, director del festejo, etc. deben cuidar más estos aspectos. Sabemos
que se hace, pero todo lo que se haga es poco.
Seguidamente se corrieron dos
utreros de capea de la ganadería de Cipriano Hebrero de Guadalix de la Sierra,
junto a tres mansos. El encierro fue más lento que el día anterior, muy
arropados por los mansos, viéndose carreras buenísimas de corredores habituales
que se recorren todos los puntos de España.
En la capea con una plaza llena,
con el callejón que no cabía ni un alfiler y el ruedo con más gente de la que
debía estar por condiciones, se soltaron los mismos novillos junto a una
vaquilla. Los utreros tenían poca fuerza y encima estuvieron muy atosigados por
la cantidad de gente que había. Los que mejor se lo pasaron fueron un chico de
color que junto a otro mozo que saltaron en varias ocasiones seguidas a uno de
los toros, sacando las palmas del público. Según saltaban se veía que no eran
asiduos a estas lides, y desde estas líneas queremos decirles que saltar un
toro no es tan fácil como lo hicieron el sábado en Torrejón, que no pueden
perder el respeto a estos animales porque en el momento menos pensado levantan
la cara y se pueden llevar un buen cornalón. Y si no que pregunten a un
profesional como Cristiano lo que le pasó el año pasado en la misma plaza en el
concurso de recortes.
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