SUELTA DE RESES POR LAS CALLES Y EXHIBICIÓN
GOYESCA. CALAHORRA 2/3/15
A las 10 de la mañana empezaba
la segunda jornada taurina de Calahorra. El ganado es de Carlos Lumbreras,
ganadería riojana de Lardero, con las fincas de El Bravío en Lardero y Río Bravo
en Villamediana de Iregua, tiene procedencia Santa Coloma y Núñez.
Buena mañana con varios sustos
en la calle, con algún que otro revolcón sin consecuencias. Bastante gente para
ser un lunes por la mañana. A continuación se hizo en la plaza una exhibición
de artes goyescas a cargo de los recortadores y saltadores Jaume Orenga, Poca,
Rubén Sánchez, Marcos Prieto y Cristian Blanco. Nos deleitaron con una plaza
prácticamente llena con saltos, mortales, tirabuzones, saltos con garrocha y
alguna rodada y quiebro. Después vino la parte portuguesa, hicieron varias
"pegas" como los forcados portugueses. Las primeras costaron, pero
poco a poco fueron cogiendo maña con la vaca. Las vacas estaban enfundadas.
El último espectáculo que
hicieron fue el Don Tancredo. Esta suerte, muy popular a mediados del siglo
pasado, fue inventada a finales del XIX, el 27 de septiembre de 1.899 en la
plaza de Valencia por un torero valenciano llamado Tancredo López, necesitaba
ganar dinero, y para ello se puso subido en un barril de 60 centímetros en el
centro de la plaza, vestido de blanco, inmóvil, a esperar la salida del toro. Le
salió bien, ya que fue tal la quietud de Tancredo que el toro pasó varias veces
por su lado sin hacerle nada, incluso llegó a olisquearle y al público le
entusiasmó. Este zapatero con ganas de ser torero, no tuvo suerte con el
capote, y en 1.886 fue a Cuba donde vio hacer la estatua al mejicano Antonio
González, el Orizabeño (El esqueleto taurino). Después del desastre del 98,
Tancredo tuvo que volver a España, donde quiso hacer la estatua humana, aún
cuando un toro mató al mejicano haciendo la suerte. Llegó incluso a apostar
1.000 pesetas con Guerrita a que se quedaba inmóvil en el centro del ruedo,
ganando la apuesta. Lo hizo varias veces, adquiriendo gran popularidad,
llegando incluso a actuar en la plaza de Madrid el 30 de diciembre de 1.900,
pero una grave cornada el 23 de junio de 1.901 hizo que el Gobernador Civil de
Madrid, prohibió hacer la suerte durante dos años. Le llamaban el hipnotizador
de toros, y él decía que era porque al ir de blanco, el toro pensaba que era
una estatua de mármol y no golpeaba porque se iba a lastimar. Empezaron a
imitarle muchos, siendo muy popular en las plazas de España como espectáculo. Últimamente
esta suerte se esta realizando en exhibiciones con muy buena respuesta por
parte del público. Se subieron dos recortadores al pedestal, y permanecieron
inmóviles ante las pasadas de una imponente vaca. Se pusieron de rodillas, se
juntaron, la vaca pasó una y otra vez por su lado, sin ni siquiera mirar a los
tancredos. Llegó incluso a pasar por debajo de las piernas.
A continuación, el grupo de colaboradores,
que hacen un excelente labor en Calahorra, sacaron una pirámide al centro de la
plaza para una suelta de reses para todos los asistentes. Salió un novillo muy
ágil. Con mucho movimiento y que dio más de un susto, aunque sin consecuencias.
Después salió una vaca y por último unas becerras mamonas para ir creando
afición. Con la suelta de las becerras es cuando más gente había en el ruedo, y
es sorprendente la agilidad y el bien hacer de muchos muchachos. Así, con la
capea, acabó una muy buena mañana, organizada por Ruedo Arte.
Fotos realizadas by Femada (www.femada.net)
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