ENCIERRO CABALLO CIUDAD RODRIGO 2/3/14
Un año más las calles de Ciudad
Rodrigo se llenan el día del encierro a caballo. Este año con agujas en los dos
márgenes de la calle hasta la bóveda. Varios fueron los cambios respecto a años
anteriores para que no volviese a ocurrir lo del pasado carnaval cuando ninguno
de los de Galache pisaron las calles. Se acortó por dos veces el recorrido, se
prohibió la asistencia de público en la suelta, únicamente los caballistas
estaban cerca de la salida desde el camión de los toros. Esta salida se produjo
muy cercana a la Ermita, a unos 500 metros, saliendo los toros muy tranquilos,
como si con ellos no fuese la cosa. Varios toros fueron cambiados de los que
estaban anunciados, ya que los de los carteles eran más pequeños. Así la
ganadería de Herederos de Jacinto Ortega llevó toros diferentes a los
anunciados, esto hizo que hubiese utreros, cuatreños y quinqueños, siendo un
encierro muy dispar. La última actuación de esta ganadería en 2.012 no estuvo
mal del todo. Ganado que pasta en la finca “Los Montesinos” en Baños de la
Encina (Jaén), con procedencia Veragua y Gamero Cívico.
Como hemos comentado anteriormente,
en el lugar de la suelta únicamente se permitió estar al personal autorizado, encontrándose
los primeros “espantadores” en la zona de la ermita del Alto de Valhondo. Al llegar
a esta zona uno de los astados se salió de la manada hacia el público que allí
se encontraba, siendo conducido nuevamente por los pocos caballos que se dieron
cita al encierro. Poco a poco fueron llegando a la calleja de Valhondo, con una
manada muy dispersa. El último toro iba buscando mucho, quedándose atrás,
derrotando a ambos lados e incluso dándose la vuelta. Al llegar a la carretera
SA-V-216 (carretera de Sanjuanejo) se volvió a dar la vuelta este último toro,
siendo reconducido muy bien por un chico a pie, cerrando la puerta y quedándose
los caballos que le acompañaban fuera.
La entrada al tramo urbano por
Agustín de Foxá, con 1500 metros de encierro a caballo (casi todo cuesta abajo)
y otros 500 metros hasta llegar a los corrales de Agustin de Foxá, ya en claro
ascenso, parecía una etapa de alta montaña ciclista. Entraban primeramente dos
caballistas, luego iban cinco ocupando el ancho de la calle, cerrando el paso a
los bueyes y al primer toro que les acompañaba. Poco después llegaban solos el
gran grupo con tres cabestros y dos toros. Al minuto aparecía solo el cuarto
toro. Al rato largo, unos 6 – 7 minutos después llegaba andando y mirando el
último de los toros a la zona urbana.
El primero de los toros se paró de
cansancio al llegar a la avenida Cañitos, los otros dos toros que venían por
detrás se hermanaron con él y subieron lentamente los 650 metros que les
quedaban hasta el registro. Los otros toros iban como podían hasta el registro.
A las 12:15 llegaba el primero de los astados a la plaza, siendo enchiquerado
rápidamente. Mientras sus hermanos estaban desperdigados por el recorrido. Cuando
llegaron todos al registro, se cerraron las puertas de este, quedándose emplazados
en la bóveda cuatro toros, sin querer entrar en la calle Madrid. Finalmente hicieron
el recorrido a la inversa, saliéndose los cuatro al registro. Aquí se produjo
la primera capea del día, con varios mozos recortando a los toros, alguno de
los recortes impresionantes. Incluso los recortaban de seguido, primero uno,
luego otro y así a los cuatro. También se les rodó y se vivió algún que otro momento
de tensión al resbalarse los mozos en la cara de los toros. Por suerte para
ellos estaban sin nada de fuerzas. Se les fue ensogando y llevando hasta la
plaza, con tan mala fortuna que el primero de ellos se tumbó al suelo en mitad
de la calle Madrid, teniendo que ser sacrificado y sacado con máquina.
Cerca de las 14:00 entraba el
último de los astados, haciéndose una efímera capea en la que los toros estaban
apenas 5 minutos en el coso y luego el primer desencierro con dos toros. Estos
al llegar a los pinos se emplazaron, no querían más batalla, la atracción era
el manso, arrancando continuamente con peligro. El astado que se había quedado
en la zona baja fue muy bien conducido por un chico, momento que se aprovechó
para arrear a los mansos por detrás y conducirlo lentamente hasta los corrales
de San…El otro, emplazado en la parte alta, fue ensogado, y con la ayuda de
varios mozos fue bajado, pero al tocar el asfalto y pararse se tumbó en el
suelo y ya no hubo manera de ponerlo en pie, teniéndolo que sacar también con
pala.
El desencierro de la tarde fue
rápido, aunque costo que saliesen los toros de la plaza.
Como resumen, el encierro a caballo
de Ciudad Rodrigo es un año tras otro un caos. Este encierro se hizo por
primera vez en 1.985 y aunque desde el consistorio intentan poner remedio para
que salga todo según lo previsto es muy complicado. Este año llegaron todos los
toros a la zona urbana, pero las pocas fuerzas que tenían hicieron que se
fueran parando. El recorrido campero puede ser largo, pero los toros y
cabestros deben hacerlo andando, no a la carrera como se hace ahora. El recorrido
urbano (desde los corrales de Agustín de Foxá) son 1.200 metros cuesta arriba, haciéndose
especialmente duros los metros de la entrada al registro. Antes tienen 500
metros por asfalto por la SA-V-216 y este año han tenido 1.500 metros de
carrera con caballos. Es un encierro muy bonito, que esperemos que vuelva a
salir todo bien, entrando como este año todos los toros, pero llegando en
carrera hasta la plaza.
Fotos realizadas por Burraco
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