ENCIERRO Y CAPEA VILLALBA 27/7/14
Último día de fiestas, y como en
días anteriores bastante gente por las calles. Faltaban muchos corredores que
se dieron cita a Villaconejos, que aunque eran novillos más pequeños, y tan
solo tres, el recorrido permite correr mejor. Una muestra para que cambien el
recorrido en Villalba.
Como se ha realizado este año,
primeramente se soltó el novillo de capea con los tres bueyes y seguidamente
los seis utreros de dos en dos, en tres carreras, con tres bueyes cada carrera.
La novillada era de El Retamar, ganadería torista, con procedencia Núñez, línea
Manuel Rincón. Pastan en las inmediaciones de la sierra madrileña de La Pedriza,
en las fincas de las "Tejoneras" de el Boalo, en "El
Vallejo" de Manzanares el Real y "Los Hoyos" de Becerril de la
Sierra.
Día con incidentes, primeramente
un joven fue arroyado y levantado por uno de los cabestros, y en la última carrera
otro joven fue embestido en la misma entrada de la plaza por el último de los
novillos sin apenas consecuencias inicialmente para ambos.
Aunque en la manga del encierro
había mucha gente participativa, pudimos observar como la gran mayoría eran
inexpertos y alguno en estado poco aceptable para correr. Cuando llegaban los
utreros las caras se reducían a los cuatro o cinco de siempre. Probamos una
nueva ubicación de la cámara, tomando buenas imágenes, apreciando un momento de
mucho peligro cuando el novillo jabonero enfiló a un joven con gafas de Sol,
que cuando oyó el grito de la gente, paro literalmente, lo que le valió para
que el jabonero pasará de largo. Si el muchacho hubiese continuado en carrera,
muy probablemente le hubiese embestido.
Posteriormente salió el novillo
de la primera carrera en la capea de la plaza. Plaza llena, calljón con
muchísima gente, al igual que el ruedo, aunque tan solo 8 fueron los que
intentaron hacer algo con el utrero. Recortes bastante ajustados, un único
salto dado por un joven de la localidad y un mozo que se puso a torear con el
capote, sin estar demasiado puesto, y cerrarse él solo en varias ocasiones
contra las tablas, teniendo más de un susto. No volvió a salir. En el último
recorte se vio como el novillo había aprendido bastante, recortando de manera
ostensible la carrera del mozo.
Resumiendo, buen ganado, con
picante, del tipo que gusta en la sierra madrileña. Muchísimo público todos los
días, tanto en el recorrido como en la plaza. Bastantes corredores en la manga
del encierro, ahora falta que el ayuntamiento de otro paso y mejore el
recorrido, haciéndolo un poco más atractivo.
Fotos realizadas by RGH
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