ENCIERRO CHINCHÓN 15/8/13
El recorrido de Chinchón es una
larga recta en subida con pocos sitios donde resguardarse, tan solo en el
primer tramo hay talanqueras en el lado izquierdo y en la parte final del
recorrido en la derecha y bajada a la plaza. es un encierro peculiar, principalmente
por la plaza. Es una plaza típica de la edad media del siglo XVI en la que se
han celebrado corridas de toros con carros hasta finales del siglo XX, cuando
se construyó la grada con barrera y callejón que tiene actualmente. Todavía hoy
en día existe la servidumbre de paso a los balcones para ver los toros, ya que
la propiedad de los 238 claros (como se llaman a los balcones) es distinta a la
de los dueños de las casas.
Por Chinchón han pasado y se han
enamorado personajes tan ilustres como Frascuelo y Goya. Se dice que muchas de
las pinturas taurinas de Goya son inspiradas en Chinchón.
Por lo tanto hablar de Chinchón es
hablar de tradición taurina, aquí se celebra el festival benéfico más antiguo
de España.
A las 9:00 de la mañana salían los
mansos de los corrales ubicados debajo del ayuntamiento hacia la plaza, y tras
dar un par de vueltas al ruedo salieron callea bajo por la Calle de los Huertos
y girar a la derecha en la Calle Espejo, calle en la que se cierran las puertas
y se espera a la desencajonada desde el camión de los toros. Es tradición que
se corran de uno en uno y normalmente suelen ser novillos de capea.
A las 9:10 salía el primer utrero de
capea junto a los tres cabestros. Estos rápidamente se distanciaron por delante, mientras que el
toro se iba fijando y embestía a los diferentes quiebros y recortes que le
hacían los mozos en su lenta carrera hacia la plaza. Poco se corrió a este
novillo-toro. En la plaza antes de su enchiqueramiento se le realizaron varios
recortes ajustados.
Sobre las 9:20 aparecía en escena
el segundo de los utreros. Más abierto de cuernas que su predecesor, este fue
al ritmo que le marcaban los mansos, haciendo pequeñas escaramuzas o intentos
de salirse, aunque no quería pelea y rápido volvía junto a los bueyes, entrando
en la bella plaza tras su estela. Una vez dentro se le empezó a recortar y
quebrar, teniendo que salir varias veces los cabestros a buscarle, ya que no se
dejaba enchiquerar. Estuvo más de veinte minutos en la plaza dando vueltas.
Por último el tercer toro era el
más bonito de estampa. Se le soltaba a las 10:00, y desde el principio fue
peleón. Varias fueron las veces que se tuvieron que bajar a los mansos, ya que
el toro no hacía caso de estos y sí a las llamadas de los mozos. Lamentar una
cogida de una gran aficionado y corredor, y criticar al responsable del
vallado, ya que no se encontraba la llave para poder abrir el candado para la
evacuación del corneado y casi a la llegada de la plaza el toro rompió una de
las talanqueras. También tenemos que aplaudir a los voluntarios que rápidamente
se agarraron al rabo del toro y empezaron a colearlo y a llamar la atención del
toro con los capotes para que el morlaco se dejase de emplear en el herido. Costó
que entrase en la plaza, lo hizo gracias al buen trabajo de los dobladores que
con capote en mano fueron tirando de él. Se la jugaron, ya que el toro comía
bastante el terreno y mordía los pies. Tardo en entrar en el coso unos 25
minutos.
Después de unos recortes y quiebros
a este toro en la plaza se dio por finalizado el encierro, sin la tradicional
capea de otros años.
En la visita a Chinchón no puede
faltar tomar el aperitivo en esos agradables soportales de la plaza, que dan
este encanto especial a esta entrañable plaza.
Fotos realizadas por Gurú
Toro O Nada
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