ENCIERRO TAFALLA 18/8/13
Peligroso el encierro protagonizado
por los toros para rejones de la ganadera portuguesa de Rosa Rodriguez. Desde el
principio salieron como balas los toros, uno de los toros salió tan fuerte que
dio en la talanquera partiendo uno de los tablones. Por detrás casi igual de
rápidos cuatro toros más y luego los seis mansos y los otros dos toros.
En la primera mitad de la recta se
agruparon los seis toros por delante, a una velocidad endiablada y dejando
atrás a los cabestros. Hacían hilo a los mozos, pero debido a la fuerte
velocidad que llevaban no acertaban en sus derrotes, aunque tampoco frenaban. Un
chico se libra por poco metiéndose en el hueco de la puerta de una tienda. Los toros
continúan corriendo de lado a lado muy veloces, llegando ya a ir sacando la
cara.
Al llegar a la primera curva es tal
la velocidad que llevan y el intento de seguir hasta el final a los corredores
que hace que los toros se empotren contra las talanqueras. En este punto un conocido
corredor es levantado y tirado al suelo por el otro lado del vallado y otro
mozo que esta subido en el segundo palo casi cae también. Obuses hasta este
punto.
Enfilan la segunda recta en fila de
a uno, y el sexto toro empieza a sacar la cara, hace hilo a varios de los mozos
y los sigue hasta el vallado del otro lado de la calle, es decir, se cruza toda
la calle. Al llegar al vallado embiste y cae. Llegan por detrás los mansos y el
toro caído se va a embestir a los cabestros, volviendo a resbalar y caer
nuevamente, segundos después le pasa lo mismo con las rayas del paso de
peatones, desde este punto a este toro se le va llevando poco a poco, con
pequeños arreones, pero con peligro, es muy bien conducido por un corredor de
amarillo, que incomprensiblemente se lleva luego un varazo de uno de los
pastores por intentar levantar al suelo cuando está en el suelo, en fin, hay
veces que algunos se creen dioses.
Por delante continúan los cinco
toros en solitario, aminoran algo la velocidad y se refugian en el lado
izquierdo, corriendo pegados al vallado de este lado. A la curva llegan cuatro
toros, y un quinto que parece desfondado del esprint que lleva, va poco a poco
bajando el ritmo y casi a cámara lenta da la última curva, por suerte la falta
de fuerzas libra a otro mozo subido en el vallado que fuese embestido.
Los otros cuatro toros continúan su
carrera, ya muy templada y muy bien llevados, se parte en dos, con unos pocos
metros de distancia entre unos y otros.
Por detrás el quinto toro se queda
dolorido, va cojeando, parece que tiene un agarrotamiento o tirón el la pata
derecha trasera. El toro quiere pero no puede. Poco después parece que se
recupera, dando un arreón y llegando a la zona de arena de dentro de la plaza,
que no del ruedo, donde vuelve a parase, para definitivamente entrar al coso. Mientras
por detrás continuaba el sexto toro, muy reservón, con muchos corredores en sus
lados que le distraían, cuando cogía ritmo había algún mozo que corría en
sentido contrario, haciendo que el toro se volviera a fijar, para incluso dar
la vuelta. Aquí los corredores tienen que estar muy atentos de las arrancadas
del animal, y si no lo están o no tienen reflejos es mejor dejar distancia,
dejar trabajar a los que están ahí llevando al animal, pero no correr por
detrás o ir sentido contrario porque el toro en estos momentos va a todo lo que
se mueve.
Finalmente entró, cayendo antes de
llegar a la plaza, y es aquí cuando el mozo con la camiseta de amarillo va a
citarle para levantarle y lleva un conocido pastor y después de recriminarle le
da con la vara a la altura del estomago. Esto sobró. Antes de llegar al ruedo
el toro pegó una arrancada que pilló de improviso a un corredor que se libró
por los pelos quedándose en la pared.
Encierro complicado, con picante y
peligrosidad sobre todo en la primera parte, con la manada partida en la
segunda mitad lo que propició varios intentos de carrera de los corredores.
Fotos realizadas por la Relojera
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