ENCIERRO BRIHUEGA 19/10/13 by Goyo
Como gustan los toros en esta zona
de la alcarria. Aquí es tradición correrlos, pero poco a poco van ganando los
rodadores y recortadores, que los rompen en cualquier sitio, y más aquí que lo
que se intenta es que estén tiempo en la calle y usarlos al día siguiente. En
Guadalajara hay muy buenos encierros, y unos de los más conocidos son los de
Brihuega, principalmente por los del 16 de agosto.
Como es habitual se soltaron un par
de vaquillas antes del encierro para ir fomentando la afición, y después la
tradicional orquesta, la banda de música municipal, tocando el "Parapachumba", que es el pasodoble "Sangre Torera", recorrieron la parte alta del
recorrido, con salida y llegada desde el ayuntamiento.
Cerca de las seis sonaron los tres
cohetes que daban comienzo al encierro. En Brihuega siempre hay mucha
expectación, se espera impaciente la llegada de los toros a la plaza del
ayuntamiento. Es mucha la gente que llena la barbacana, los peldaños de la farola, se sitúan bajo los soportales, en las ventanas y balcones. Los corredores
esperan la mayoría en Nuestra Señora de la Peña, y otros en la calle de los
rosales, la calle Mayor.
Salieron cuatro utreros de Sandra
Sopeña, más bien pequeños para lo que nos tiene acostumbrados Brihuega, quizás
la crisis afecta, o estos años atrás la selección de los utreros en presencia
era mejor. Se sueltan utreros, porque aunque el reglamento se cambió este verano y se tiene plaza fija, no es un encierro directo a la plaza, sino que se considera una suelta de reses por las calles, y por lo tanto tienen que ser utreros. Lástima que en un pueblo donde lo que se quiere son encierros continuos, y no una suelta en la que se ruede o recorte al toro, no puedan utilizar el reglamento como encierro.
Los novillos tuvieron mucho movimiento,
en una de las primeras carreras un novillo arroyó a dos corredores, sin más
consecuencias que el golpe por la aparatosa caída. Poco a poco se fueron
apagando y se emplazaron en los soportales. Como curiosidad un hombre subido en
el pilar del ayuntamiento estuvo mucho tiempo subido hasta que le pudieron
quitar al novillo de en medio.
Se jugó con los novillos intentando
que suba los peldaños de la farola de la plaza, y que rodaran los soportales del
ayuntamiento. Lástima que se les ruede tanto porque hace que se cansen más de
lo debido. Tres de los utreros tenían heridas en las pezuñas y la parte baja de
la muñeca.
Fotos realizadas by Goyo.
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