ENCIERRO PEÑAFIEL 15/8/14
El primer encierro de Peñafiel
estuvo marcado por una fuerte cogida en la capea del coso, en uno de los toros
que se sueltan por fuera del ruedo. La cogida se produjo cuando el toro se
dirigió hacia los barrotes y el hombre (antiguo novillero), tropezó y cayó en
la cara del toro quedando a merced de este. Nada más caer, el hombre quedó inmóvil
en el suelo para no llamar la atención del burel, este incluso al principio
dudo, pero le dio por meter el pitón abajo, con tan mala fortuna que topo en el
hombre, lo zarandeo varias veces, golpeándolo contra los barrotes de la
empalizada. Estuvo a merced del toro durante unos segundos interminables,
varios conocidos corredores y recortadores llamaban la atención del toro, pero
este se había cebado y no hacía caso. Fue operado y estabilizado en la
enfermería de El Coso y trasladado a Valladolid donde le ingresaron en la UCI. Rápidamente
se extendió el bulo que el hombre había muerto, esto no es cierto, ingreso en
estado muy grave, pero con el paso de los días ha ido evolucionando
favorablemente, pasando a planta a primeros de septiembre. Desde estas líneas
deseamos que se recupere rápidamente, damos ánimos a él y a la familia. En Toro
o Nada seguimos manteniendo la política de no mostrar imágenes de cogidas, en
el reportaje aparecen las fotos de la cogida en los momentos que no se ve nada,
aunque se intuye que algo pasa.
El resto del día transcurrió con
normalidad, mucho y buen ambiente antes del encierro. Los novillos de Caminero
fueron muy rápidos en el encierro, en una manada muy compacta, con excesivos
bueyes y capones, tantos, que no se distinguían bien a los novillos. Al llegar
a la zona ancha antes de dar el giro, la manada se abrió mucho, permaneciendo
los bueyes por el asfalto y los toros pasando al parquin adoquinado de la
izquierda. Al llegar a la curva de la calle Infante Don Juan Manuel se
volvieron a agrupar, dando la sensación que los novillos se iban a abrir. Empezó
a tomar la delantera uno, y al coso accedieron pocos corredores, apretaban
bastante los astados y había que dejarlos pasar.
Después la típica y única capea
en la que se sueltan toros por dentro y por fuera del ruedo, viviendo momentos
de tensión propios del lugar y la cogida anteriormente dicha. Muchísima gente
que llenaba la plaza de El Coso, los bares y tabernas, en un día en el que el
Sol acompaño, haciendo calor, pero no sofocante.
Fotos realizadas by Burraco
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