ENCIERRO ISCAR 2/8/2015
El día prometía una mañana
completa de toros en esta bella localidad vallisoletana. Se cambiaba el formato
de encierro de años anteriores donde se corrían los toros del festejo del día
siguiente y después se hacía un desencierro y encierro con los toros de los
días anteriores de capea o bien con los del concurso de recortes.
Este año se hacía uno de los
encierros a caballo el domingo, para meter a la manada a los corrales de la
calle Ricardo Sanz. Para que una vez hubiesen descansado correrlos en encierro
urbano por las calles Ricardo Sanz, Calle Real y Calle Palomares para entrar en
la plaza de toros. Y a las 12:00 correr los toros de Peñajara del festejo del
día siguiente para ser lidiados por Juan José Padilla, Diego Silveti y Jiménez
Fortes. Este formato llenó las calles de Iscar todavía más de lo que suele ser
habitual.
En el embudo de la carretera de
Cogeces se aglutinaban muchos aficionados esperando la llegada del encierro campero,
pero la espera se hizo más larga de lo habitual. Hacía las 10:20 se avistaban
los primeros caballos, pero únicamente traían a un novillo por el margen
derecho de la carretera. Lo consiguieron subir al prado para conducirle mejor,
pero una mala maniobra de un caballo, hizo que bajase de nuevo a la carretera,
cruzando esta y metiéndose entre los coches para huir por las calles del
pueblo. Finalmente pudo ser conducido y encerrado en un corral del pueblo sin
que hubiese que lamentar ningún incidente por este novillo escapado.
Poco a poco iban llegando
noticias, de los cinco novillos que habían salido para hacer el encierro, uno
de ellos le tuvieron que devolver a los corrales nada más salir porque estaba
muy nervioso y peligroso, y dos de ellos no se habían podido hacer con ellos y
estaban por los márgenes del río Pirón. A los 10 minutos llegaba con un
regimiento de caballos y una docena de mansos el único novillo que a la postre
entro en la manga del encierro. No sin antes unos minutos de suspense, ya que
se emplazó entre una tapia y un coche aparcado, costando que entrase en la zona
de talanqueras. El recorrido hasta los corrales fue lento, casi andando, tirando
con chaquetas del novillo para poder encerrarle. Tras unos minutos de espera se
informaba que los otros novillos habían sido sedados y no iban a participar en
el encierro.
Una auténtica pena que con la
cantidad de gente que había para ver el encierro, resultase un desastre, pero
es lo que tienen los encierros camperos, que entre la dificultad que ya de por
sí tienen, se suman la descoordinación existente y que siempre hay alguno que
sin saber se mete donde no debe.
Después se estuvo escuchando que
iban a soltar más novillos en el corral para hacer un encierro con más toros,
ya que únicamente había entrado uno, una opción que nos parecía muy buena y
digna de Iscar, demostrando que había un plan B, pero todo nuestro gozo en un
pozo, ya que cuando llegó la manada hasta nuestro objetivo tan solo estaba el
novillo del encierro a caballo.
Los corredores se agolpaban
alrededor del único bravo existente, empujones, codazos para coger sitio, y es
que en Iscar hay muy buenos corredores, locales y provenientes del resto de la
geografía. Varias caídas en la cara del novillo que demostraban las ganas por
coger toro. El novillo iba en cabeza sin hacer feos, muy bien conducido por los
expertos mozos que se aglutinaban alrededor para enseñarle el recorrido.
Después de unos minutos para
reponer fuerzas y con algo de retraso, a las 13:03 sonaban los cohetes que
decían que los seis toros de Peñajara habían salido del corral de la Iglesia de
San Miguel por la calle Mayor, para continuar por José Antonio Primo de Ribera
y Calle Real y girar a la derecha para iniciar la bajada hacia la plaza en
Calle Palomares.
La manada venía partida, con 4
toros muy bien presentados y bellas estampas encabezando el encierro. Diferentes
pelajes los de estos toros extremeños que pastan en la finca “Casas de Reina”
de Fuente del Arco (Badajoz). Actualmente tienen procedencia Contreras via Baltasar
Ibán, aunque en sus orígenes tuvo Saltillo, Veragua, e incluso Sánchez
Cobaleda, de ahí la variedad de pelajes. Volviendo al encierro, la primera
carrera fue la más bonita, con los mozos repartiéndose a los toros, que
ocupaban toda la zona central, buenos corredores, experimentados. Con velocidad
y fuerza iban estos toros extremeños. Cerraba un manso, pocos metros después
otro cabestro y el quinto toro, que impactó en uno de los postes de la
talanquera cayendo al suelo y arroyando a uno de los jóvenes que le conducían.
Instantes después pasaban el
resto de cabestros, pero faltaba el sexto toro, que estaba dándose la vuelta
constantemente, yendo muy parado y con continuos arreones, en uno de estos se
llevó por delante a otro buen corredor segoviano sin consecuencias. Poco a poco
iba siendo conducido a la plaza, incluso sacaron de nuevo a los cabestros
infructuosamente, al no conseguir estos su cometido de arropar al toro hasta la
plaza. Una vez que el toro entró en la zona vallada fue cogiendo velocidad poco
a poco llegando hasta la plaza.
Fotos by RGH
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