ENCIERRO VILLACONEJOS 3/5/14
Por tercer año consecutivo se
hacen encierros en Villaconejos, aprovechando el tirón que tienen los de
Colmenar de Oreja, ya que ambas localidades están separadas escasos kilómetros.
También tenemos que decir que por tercer año empiezan con mucho retraso, el
primer año ue con cerca de una hora, este fueron unos veinte minutos, esperemos
que miren este aspecto, ya que el mundo de los toros siempre ha estado
acompañada de seriedad, y la puntualidad es una de las muestras de la seriedad.
Un aspecto en el que sí que han mejorado después de varios sustos que han
tenido en los dos años anteriores, ha sido en cambiar las talanqueras, ya que
se habían escapado dos novillos anteriormente, esto es importante, que si hay
algo que no funciona, se mejore.
El encierro comenzó con bastante
retraso, y variando el sistema de suelta al programado. Se soltaron los erales
de la novillada en dos tandas de tres, y no en manada como querían, seguramente
por el número de cabestros que había, ya que el reglamento obliga que el número
de bueyes sea al menos el mismo que el número de mansos. Los erales de la
ganadería toledana de Sagrario Huertas fueron muy en la línea de su sangre, de Santa
Coloma. Pequeñitos, pero muy veloces y picantes. Fueron verdaderas avispas en
el encierro, cruzándose de lado a lado en la calle, eso sí, muy bien
acompañados por los mansos, también muy rápidos en todas las carreras, aunque
uno de ellos con muchísimo peligro, sacando más la cara que los propios
novillos. Después de las dos emocionantes carreras, se soltaron dos toros, el
primero de ellos de los Hermanos Quintas de Colmenar del Arroyo, de la
procedencia Domecq, de El Estoque. Un toro que llevo un buen tranco, por
delante de los cabestros, templándose un poco al llegar a la zona de tierra.
Después salió un toro donado por
la Asociación Taurina de Villaconejos. Un cuatreño herrado con el número 52 y
guarismo 0, de casta navarra, de la ganadería de Alfredo Iñiguez Moncayola. Un toro
colorado lucero precioso, con una carrera bonita, con fuerza, arremetiendo en
los barrotes, y que al llegar a la tierra se daba la vuelta. Finalmente se le
tuvo que enmaromar y llevarlo de vuelta al camión de suelta, ya que fue
imposible conducirlo hasta la plaza. Una lástima, porque este toro si hubiese
entrado directamente en la plaza, hubiese sido un buen toro en la capea. Aún aí
dio bastantes carreras por las calles de Villaconejos.
Fotos realizadas by Goyo
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