Encierro San
Sebastián de los Reyes 1 de Septiembre de 2.012
El sábado es por tradición el día
de más gente en Sanse. Se corrieron toros de la ganadería de Victoriano del
Río, la misma de la que proceden los mansos de todos los días. A las 8:00 de la
mañana sonó el cohete, pero no fue hasta 3-4 minutos después cuando abrieron la
puerta corrediza de los corrales, de este modo todos los que no quieren correr
el encierro les da tiempo a llegar a la plaza y así se ahorran el euro de
entrada…
Muchísimos rostros conocidos
provenientes de toda España, y es que los encierros de sanse son un espectáculo
con una grandísima organización.
El encierro fue rápido, como casi
todos los de esta ganadería, acostumbrados a correr en el campo un día sí y
otro no por un corredero de tres kilómetros para ponerse en forma. Tardaron únicamente
1’35 en llegar a la plaza. El tiempo en sanse se mide desde que abren la puerta
de chiqueros hasta que llegan todos los bravos a la plaza que a diferencia de
Pamplona que mide desde que suena el cohete hasta que entran en los corrales de
la plaza. Para nosotros es mejor el indicador de Sanse que el de Pamplona, ya
que en la plaza se puede emplazar un animal y el tiempo sigue contando.
Salieron muy lentos, tres mansos
por delante, en la primera curva iban 5 cabestros, los seis toros muy agrupados
y cerrando el grupo un buey que se quedaría rezagado. Uno de los toros se
despegaría rápido de sus hermanos, adelantando a los cabestros, por detrás en
fila india iban el resto a poca distancia, así iban por la calle Postas. Al final
de la calle Postas ya iba el primero el toro, siendo la configuración de la
manada al empezar la calle Real de la siguiente manera: Un toro, después tres
cabestros que tomaron la curva por dentro, luego los otros cinco toros con dos
cabestros intercalados. La bajada de la calle Real fue espectacular, los mozos
no aguantaban el ritmo del primer toro, quitándose rápidamente, con el resto
del grupo sí se veían carreras más ajustadas. En la curva con Real y Estafeta
un chico de amarrillo lo pasa francamente mal, ya que la velocidad de los
astados hace que den en las vallas de protección y a punto estuvieron de
llevárselo por delante. Después de esta curva se pusieron delante los tres
mansos, despejando la calle, seguidos iban los 6 toros de uno en uno
complicando meterse a pillar toro, muy pegados al vallado derecho.
Como resumen, encierro rapidísimo, trepidante, en el
que se disfrutaron los mejores momentos en la Calle Real, siendo prácticamente
imposible en el resto del recorrido debido a la velocidad que llevaban y no
corriendo en ningún momento como manada.
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