Encierro Torrejón de
Velasco 13 de octubre de 2.012.
El recorrido del encierro es
corto, discurre por la calle del General Sanjurjo, desde el camión que lo ponen
en la plaza de la Cilla hasta la plaza de toros portátil. Se puede decir que
tiene dos rectas, una, la de salida en subida y sin apenas corredores, luego
una doble curva de 90º izquierda-derecha, y luego la otra con un estrechamiento
de la calle, que es donde se ponen casi todos los mozos. Esta calle se ensancha
hacia la mitad y gira levemente a la izquierda por un tramo de tierra para
entrar a la plaza. Casi todo el recorrido va entre casas y no tiene vallado,
únicamente en el tramo de tierra del final y tapando las salidas de las calles
adyacentes.
A las 9.30, puntuales, soltaban
los mansos desde la plaza al pequeño corral de suelta. Allí esperaba el camión
con los seis utreros de la ganadería de Mariano de León de Casarrubios del
Monte, procedencia Domecq, que serían
lidiados por la tarde por “El Remonta”, Lylyan Ferrany y Sebastián Caqueza.
En la primera de las carreras
iban por delante los novillos a gran velocidad, comiendo el terreno rápidamente
a los que estaban corriendo. La segunda los que iban por delante eran los tres mansos, luego a gran velocidad un novillo
colorado y luego otros dos negros más juntitos y despacio.
Después hubo otro encierro con
dos novillos de capea que iban muy hermanados con los mansos, pero a los que se
les sacaba la mano y estos desviaban la carrera.
En la plaza soltaron los dos
novillos para la capea, fueron prácticamente para los maletillas, que abusaron
en exceso de los animales, impidiendo que les realizaran cortes o rodadas a los
animales. Compartimos que en las plazas tiene que existir la imagen del torero
capa o muleta en mano, pero deben dejar que cuando tenga fuerza se le recorte. En
Torrejón de Velasco esto no sucedió, bien es verdad que tenían poca fuerza los
animales, y desde muy pronto se los toreó, propiciando los silbidos y abucheos
de la gente.
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